Y cuándo la gente empiece a mirar, todo pensamiento, todo sentimiento, todo acto, toda actitud, como energía, desde su impulso, su comienzo, directo, e instantáneo, entonces podrán comprender hasta que punto tienen su parte de responsabilidad, de todo lo que sucede en su cuerpo, su zona, en la Tierra. Somos como pequeñas antorchas, que dependiendo de la fuerza de cada uno, es más potente o menos en cuanto a llama, esa llama que es la esencia que germinamos, y creamos, en todo lo que sale de nosotros, desde el momento cero, así cómo sea esa materia, esa energía formada, así realiza, se almacena, en el entorno, mas cercano, e incluso, lejano, si a eso le añadimos, la materia, energía, vibraciones que nos llegan desde fuera de nuestro Planeta por posibles eventos, circunstancias, favorables o menos favorables, entonces, podemos observar hasta que punto podemos complicar una situación, ayudar a una situación negativa, o transmutar está misma en algo mejor, incluso eliminándola, s
Entra en un mundo real. La otra realidad.