Y en los pensamientos, sentimientos , que se declaran internamente, se sienten, se observan, y se dejan ir, en un recuerdo olvidado, ya no es tiempo, y en ello fluye. Así en la misericordia que tenemos de nosotros mismos, nos dejamos sentir, sin más, pensando, sin pensar, solo sentir, aminorar, sin llorar, la frialdad se percibe, ya no duele, solo se siente superfluamente, sin más. Sobran las palabras, para quien tuvo muchas, y no las dijo, ya el silencio se hace dueño, dentro y fuera de nosotros, sin miras, de futuro, solo el momento observador. Sin dolor, sin pensar, nada más sentir, y dejar ir. Son momentos, sin recuerdo, solo, sentimientos, del hoy. Que nos deja ir, allí donde queramos ir, y como queramos estar. Tranquilidad, unísono, con uno mismo, y el sentimiento, casi sin pensamientos, ¿para qué? Solo escuchar, música tranquilizadora, armonizando todo nuestro interno, hasta el pensamiento, el sentimiento, frialdad que no lo es, a gus