Nada es susceptible, y todo lo es, nos acogemos a nada y todo, porque el momento es invisible para nuestros ojos, haciéndolo, despacio y sin paro, sin embargo, nos lanza a una serie de posibilidades, la existencia acucia, y nos lleva, ahí, donde a veces ni tan siquiera imaginamos, una red formada por el todo y por todos... lanzándonos al suceso anclado delante, cómo determina, todo lo hace, hasta el más ínfimo instante, ataduras leves y ciegas, nos llevan a la determinación y al aprendizaje, pero... muchos así quieren seguir, sin experiencias como tales, y sin querer ver más, evolucionando sin libros, ni conocimientos ajenos, que nos abren, lentos, y en des-armonía, pero... es su vida, es su momento, es su proceso evolutivo, qué formamos, cada uno el propio, algunos no quieren ni requieren de guía, ya tienen su camino y experiencias realizadas, las fuertes, ya vividas, transmutadas y consolidadas, y así, saben, y están, los que igno