A TRAVÉS DEL CRISTAL. Esa neblina imperceptible que se une a nuestra esencia, que nos toca suavemente, tanto, que casi no se siente. Cuando nos hacemos conscientes de su existencia, entonces vamos a una, y ella nos ayuda, no hay limites. Emergiendo con ella nos traslada a otro mundo, el del amor y la armonía, no hay daño, ni malestar, solo paz y ternura. Un abrazo intrínseco y juntos nos desplazamos, y entonces vemos. Que no hay barrera indestructible, ni secreto tapado, que todo se siente, y todo se observa cuando llega el momento y el espacio determinado. Que esta ahí esperando para proseguir creciendo. Que la Naturaleza esencial mueve sus hebras constantemente, para unir a lo que le hace bien, y a Nosotros también, con un fin determinado, su crecimiento en armonía, amor e intensa fuerza, que solo el hombre es capaz de destruirlo. Pero ella avanza dejando atrás al que daña. Crece y crece. La oscuridad se amontona por si sola terminando a
Entra en un mundo real. La otra realidad.