EL RATÓN QUE PUDO VOLAR. Frisqui era un ratoncito de campo al cual le encantaba subirse a la copa de los arboles para desde allí observar todo el entorno, disfrutaba viendo como el águila volaba buscando algo que comer, como el oso jugaba con su osezno o como bajaba el agua por el rió. Miraba y miraba pensando en como poder ver más y más, tanto...que se le quedaba corta la perspectiva. Aunque bajaba, escalaba, saltaba de rama en rama desplazándose por todo el bosque, siempre se decía... ¿Y allí, al final de donde alcanza mi vista, que debe haber? En su imaginación ideaba un bosque lleno de muchos ratones afincados, ratones por todas parte, en el cual había un ratón rey que era él, al lado suyo todo un séquito de ratoncillas bellas, acicalándose con tal de pasear un rato por el campo con su majestad. En sus ratos de descanso miraba a lo lejos, observaba a las águilas como volaban, desapareciendo de su vista en poco minutos. -Cuanto daría por volar y poder ir l
Entra en un mundo real. La otra realidad.