SILENCIOS. C uando caminas y observas. Cuando caminas y no miras. Cuando nada más notas, penumbras y aminoras. No puedes. Cierras los ojos y sientes. O no lo haces. Te paras i nstantes, momentos horas o días. Semanas o meses, espacios. Grandes espacios. Ocupa de tu propio interno. Nada más eso. No vale el más teatro ni lo más claro. No existe, ni discrepas, solo vives. En espacios ocupados por tu mente. Siempre llenos de silencios. Silencios inequívocos para tus adentros. Existen pero no se sienten. No los sienten. Espacios en el tiempo. ¡Qué tiempo! Ninguno, no existe. Trascurre. Espacios que ocupan, llantos y quebrantos. Silencios ocupados, llenos, sin ánimo de suspiros. No puedes. No salen. Mueres. Silencios dentro de la desdicha provocada. Ocupan. Silencios oscuros que dejan de serlo, cuando el aire se vuelve vida y se hace homogéneo. La vista se recupera. Y la Paz del Alma te inunda.
Entra en un mundo real. La otra realidad.
