Así en paz, cuándo necesito de soledad, de recogimiento, de superación, recuperarme, tranquilidad inedita y necesaria, incorporandome. Ellos me conocen y me asienten, saben de mi desde hace mucho. Me perciben y me sienten. Y yo los acojo en ese tiempo. Los acaricio y me acarician desde lo intrínseco. No se ve a simple vista, pero se siente. Y yo cómo siempre agradecida. En Paz unida. por Montse Cobas.
Entra en un mundo real. La otra realidad.