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Mostrando las entradas etiquetadas como NARRACIÓN CORTA. REFLEXIONES.

UN CUENTO CORTO. ¡Incrédula!. Por Montse Cobas. CRECIMIENTO PERSONAL. Mayores de 16 años.

Era una persona tan, incrédula , que creyó más lo que decían de otra que la propia evidencia, mientras tanto en su amargura del principio, la vida y el tiempo fue haciendo de las suyas, los demás orgullosos de su cometido,  y él perdió una de las mayores posibilidades de conocer de su vida. Conocer, lo que hubiera conocido y pocas veces se da, si se hubiera decidido, creído, y acompañado. El incrédulo, aprendió que debía confiar, en quien se lo merece, y la otra persona, aprendió, lo mismo, pero sin dar confianza a quién no se la merece, pocos, muy pocos. Pecando el último de confianza, y creer en el otro en primera instancia. Y estuvo bien. Creer, confiar, pero observando.  Unos, por mucho, y otros por poco. Y en ello el descubrimiento. El tiempo y la vida siempre tiene un fin. El que nos falta aprender, y necesitamos. Un mundo en el cual venimos a aprender que no todo es lo adecuado, pero sí lo conveniente. Por Montse Cobas. "Cuentos

LA NORIA. Narración corta. Por Montse Cobas. Escritora espiritual.

LA NORIA. Erase una noria que no paraba de dar vueltas. Su nuevo dueño la había comprado sin manual de instrucciones.  Estaba conectada a una red eléctrica fija que la hacia funcionar continuamente, dando vueltas sobre si misma sin parar. El dueño ante su ignorancia la miraba sin cesar, quería pararla pero no sabía como, estuvo examinando todas sus partes día tras día.  Con el tiempo ante tanta vuelta la noria comenzó a dar signos de desgaste. Estaba a punto de quemarse. El dueño ante su impotencia seguía observándola, veía que si no lograba pararla iba a perder todo lo invertido, así que se armo de iniciativa y decisión y busco con más ahínco.  Tras mucho mirar se dirigió a un tablero escondido debajo de ella que ya había visto pero ante el miedo de que pudiera hacer algo indebido no se había atrevido a ver su funcionalidad.  En el se encontraban varios botones, inicio y stop. No sabía bien para que eran pero tras pensar un momento, se decidió y apretó el stop. La noria se fue p

"CARGADAS LAS PILAS" Montse Cobas.

Madrid. Palacio de comunicaciones. Fuente de las Cibeles. De interés... http://maricmasi.blogspot.com/2010/12/madrid-su-leyenda-zonas-que-ver-y.html Hace unas horas, de camino a casa me he desviado hacia Madrid por temas profesionales. Mientras comíamos mis sobrinos, hijo y yo me percate de un silencio en el ambiente para mi nada habitual, algo parecido a lo que ha veces noto en la Esencia, Naturaleza que nos rodea, que para mí tienen mensajes subyacentes con un mensaje. Como todo lo tiene. El mensaje en este caso es el mismo que a los referidos. Alguna catástrofe Natural es probable que pase en estos días. Tendremos que esperar y ver... quizás sin efectos demasiado graves. Bueno comienzo mi actividad con normalidad. Se acabo el desconectar de lo cotidiano, de estar con la familia, padres, hermanos, sobrinos y parientes buenamente conviviendo. Del contacto pertinaz y notable del campo, con todos los beneficios que nos dona, además de haber "cargado pilas" como se suele decir

EL CARRITO DE AAHAN.. maricmasi.

EL CARRITO DE AAHAN. En un pueblo lejano de la India vivían dos aldeanos de mediana edad. Se habían criado en el lugar y a la muerte de sus padres decidieron no emigrar a diferencia del resto de los jóvenes de la aldea, uno por miedo al cambio y otro porque se sentía a gusto con la vida que llevaba. Aahan era un hombre que todo lo que hacia era porque lo sentía y le gustaba, cuidadoso y respetuoso. Seguía en su tierra porque estaba enamorado de ella. Aarhus era todo lo contrario, siempre estaba refunfuñando y protestando por todo, descuidado y mal educado. Se le notaba que no era feliz con la vida que llevaba, pero tampoco estaba dispuesto a cambiarla. Aahan tenía sus tierras siempre al día, muy cuidadas. Para ello poco después de salir el sol ya estaba en pie. No se hacia notar, lo hacia sin alterar el lugar. Cogía su carrito totalmente silencioso y con el se dirigía cada día a un prado diferente. Cuando volvía de realizar las tareas en el campo determinado, con la hierba y verdura n