Y en ese momento de paz, paz necesitada, paz encontrada, que tan solo Tú puedes hacer, en el sentimiento armonioso, en el momento intrínseco, que sientes percibes, que hay algo más, algo, espiritual, que no se ve, pero se siente, y observas que no hay mayor movimiento que dejarlo sentir, que te abre a lo infinito, sin esperas, sin sentires, solo avanzas, y encuentras otro sentimiento, otra forma, otro trayecto, en el cuál, una vez entras, una vez lo encuentras, ya no hay vuelta atrás, lo añoras, cuando no lo dispones, o no lo puedes disponer, pues hay que ponerse, hay que hacerlo, hay que buscarlo, y así encuentras lo inexplicable, lo no visto con los ojos a primera vista, pero que sí se siente, se percibe con el sentimiento, con tu esencia, te adentras, y lo captas, añoras, esa vida, así, sin sacrificios, sin padecimientos, sin trabajo duro, en el cual tu alma vuela se encuentra agusto, encontró su sitio, de dónde pertenece, y algún día volverá, el