Somos seres individuales, en un Todo energético, Esencia de Dios, grupos de energia moviéndose en Ella, pero al igual que el hombre necesita relacionarse, conectarse para lograr una comunicación, un propósito, una relacion con otros, Nosotros tambien debemos hacerlo con el Todo si queremos sentir sus beneficios, ser Uno con Él.
Del mismo modo que Nosotros para sentirnos bien en una relación, escogemos al otro por sus virtudes, o por el efecto atracción, el Universo, el Todo tambien lo hace, requiere de estar conectados, fluir en la metería esencial del amor y estar fluyendo en Él a la vez que un trabajo propio interior de la persona que intercede y abre canales para qué así sea.
¿Cómo?
Primero una buena actitud ante la vida, conocimientos y implantes de estos en el bien y por consiguiente en las formas que se deducen del amor verdadero.
Disciplinarse en el yoga y la meditación, es un trabajo o disciplina que se aprende en años, no en meses, el espíritu y el cuerpo, necesita tiempo para determinar esa conexión que nos lleva a conocer la serenidad completa, el equilibrio interno , y en un momento dado, si se pierde, llegar a ella en minutos, o, segundos, nos deja ser conscientes, y por lo tanto hacer y reaccionar mejor. Es el comienzo de la conexión con el Yo interno, y el Yo Universal, Dios, el Universo, la existencia, y consciencia de que hay algo más que los conocimientos determinados y aprendidos de tiempo donados y ejercidos por una sociedad mediática determinada al beneficio económico total, sin tener en cuenta el bien, y el bienestar de las personas en todo ámbito.
Otros. La oración, y el taichi.
Una percepción cada vez más acusada.
Estoy empezando a creer, que se están formando dos mundos diferentes, o dos formas de vida que determinaran en un futuro a una nueva vida, cada uno tendrá que determinar a cual quiere pertenecer y ejercitarlo.
Muchos ya estamos en el camino.
El interno se antepone.
Por Montse Cobas.
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