EL ORIGEN.
Cuento espiritual, guiada por la Luz Divina. En paz y Amor, que sólo puede dar Ella.
Erase una vez, un país, muy diferente a los demás, donde la paz predominaba, y el bienestar se hacia latente en cada persona, y situación que vivían, su comunicación era muy particular, fluía desde el corazón, hasta los animales, estaban serenos y encandilados con todo ser viviente de la zona.
Los extranjeros cuando llegaban de visita, se quedaban prendados, pero no solo eso, sino, qué ellos mismos sentían el fluir diferente, contagioso, hasta tal punto que muchos ya no regresaban a su lugar de origen.
Tantos qué, entre los habitantes hicieron espacios en sus hogares, para los que así decidían quedarse. El país, sin embargo parecía crecer, porque conforme más gente se quedaba, más grande se hacia su espacio de tierra, hecho que no es que pareciera, sino que era, pues ante la curiosidad de muchos, midieron la zona, y así era, crecía.
Esta situación para sus habitantes, no era más, que una prueba de que iban y hacían, bien, que sus formas y maneras de vivir eran idóneas, y ante ello recibían ayuda del Planeta, ya que el tambien se beneficiaba de lo que allí se vivía y originaba, una esencia muy particular, que se sentía por todos los rincones. Su forma de vida era respetuosa, con todo y para todo, se alimentaban de la tierra, y solo usaban abonos naturales, abonos que iban en declive, ya que la energía que allí se formaba, era suficiente, para que la Tierra germinara, y fuera alimentada constantemente por ésta. Parecía imposible, pero así era. Los cultivos que sobraban, los vendían fuera del país, y verificado por pruebas de laboratorio, llevaban altas dosis de nutrientes, nunca vistos en los que se cosechaban fuera del lugar. Se hicieron investigaciones, buscando el porque. Asombrados de los resultados, la tierra se revitalizaba sola. Los ríos eran puros, pues se cuidan con sumo cuidado, como con todo lo que formaba y habitaba en la región, todo natural, no admitían química en las comidas, es más casi no servían productos de otros estados, a no ser que fueran totalmente ecológicos.
Era un lugar ideal, paz, armonía, todo tenia un brillo particular, muchos de sus visitantes que no se quedaron, lo denominaban el Pequeño Paraíso, pues era lo más parecido a su definición. Es más curiosamente la gente no enfermaba, y los visitantes que se quedaban a vivir en la ciudad o pueblos, y padecían alguna enfermedad, o descontrol, curiosamente, en meses, curaban. Encontrando un asombroso equilibrio en sus constantes físicas y mentales, incluso, rejuvenecían.
Una vida idónea.
Pronto se hizo famoso, pero no solo eso, esa energía que la zona germinaba, se expandía y crecía, primero por las zonas fronterizas, desapareciendo las fronteras por iniciativa propia, pedían consejos del cómo hacer para llegar a vivir así, sus habitantes gustosos les ayudaban. Y así se iba creando una energía mayor, que crecía, y crecía, expandiéndose a los territorios cercanos sucesivamente.
Al unirse a su forma de vivir, se iba formando más y más energía de igual materia, era contagioso, pero era un contagio, tan agradable, que a nadie le importaba, era más, lo buscaban. La violencia a su paso, se iba erradicando, creciendo, y creciendo. Gaia, agradecida, fue expandiendo más y más vida, con nuevas plantas, verdes y lustrosas, generando un aire totalmente puro, recuperando su salud, deteriorada por tantos milenios por el hombre, y así, esa pequeña zona, que se llego a llamar el Pequeño Paraíso, fue formando un verdadero Edén, expandiéndose con el tiempo por todo el Universo, acercando a diferentes razas de éste, e incluso a los Planetas, dónde ellos vivían, con una peculiaridad, todos se definían en una misma energía, igual,
así qué, el entorno desde todo Ser individual, era hermoso, mirara, dónde mirara, la paz, la armonía, la belleza era deslumbrante, una belleza que solo podía dar la única y verdadera semilla de lo que todo y todos, pertenece, el amor.
Y así creció, y así se volvió al verdadero origen, juntando, aunando el brillo que sólo da la Luz Universal. El principio. La Fuente.
El cielo-La Tierra-Cuerpos Celestes-Universo-Uno.
Por Montse Cobas.
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