EL LOBO QUE TIRABA CHINITAS.
Había una vez, un lobezno que fue abandonado por la manada, harta de ver como no aportaba nada al grupo, y siempre quejando-se del trozo de comida que le daban, pues no quería cazar decía que era horrible mancharse de sangre. Así que todos sus compañeros, en una noche de luna llena se marcharon sin él, con el propósito de darle una lección.
Por la mañana se levanto y viendo que el grupo no estaba, miro a su alrededor, y ni una queja formulo.
Solo dijo...
-Mejor. Así nadie me mandara y regañara.
Llego el mediodía y el hambre entro.
Empezó a caminar acercándose a un rebaño de ovejas que andaban cerca, y no se le ocurrió otra cosa, que lanzar chinas a una oveja que estaba apartada del grupo, le gustaba y pensaba que debía ser un buen bocado, y fácil, pues se hallaba sola. - Ella vendría, es lo que deducía.
¡Claro!, la oveja al sentir la primera piedra se alejo corriendo, pues no sabía que era, ni de donde provenía. El lobo se encapricho y se lo tomo como un reto poderla cazar. Pero...
no sabia como.
Y así un día tras otro, china, va, china que echaba, hasta que la oveja opto por alejarse del lugar, totalmente confundida y desconcertaba, al no saber que era, ni quién.
Al principio llego a pensar que podía ser alguna compañera, pero tras pasar los días, miraba a lo lejos, y veía que todas estaban como de costumbre en su lugar, eran muy metódicas, y no variaban.
Sin embargo, ella se iba para un lado o para otro y la china caía.
Así que tras pasar el tiempo y ver que aún persistía la circunstancia, decidió quedarse con el grupo, con lo que el lobo no supo distinguirla, y pensó que habia desaparecido.
El lobo al no comer, adelgazo mucho, comenzando a comer hierba, al igual que las ovejas, pensó que porque no.
Y así fue como un lobo no atrevido, comodón y insinuante, sin fuerza para abalanzarse al reto creado por el mismo, se quedo sin oveja, y sin amigos, y todo por protestón y comodino, por pensar que con tirar chinitas lograría su bocado y su propósito, cuando no hizo otra cosa que perder el tiempo, asustar y al final despistar, sin llegar a su objetivo.Solo y sin propósito, desviado de lo que verdaderamente era. Audaz, bello, y con fuerza.
La oveja sin embargo, se unió al grupo afianzando su unidad con él sin perder su individualidad única.
No tires chinitas que pueden volverse contra ti.
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