A TRAVÉS DEL CRISTAL.
Esa neblina imperceptible que se une a nuestra esencia,
que nos toca suavemente, tanto, que casi no se siente.
Cuando nos hacemos conscientes de su existencia,
entonces vamos a una, y ella nos ayuda,
no hay limites.
Emergiendo con ella nos traslada a otro mundo,
el del amor y la armonía,
no hay daño, ni malestar,
solo paz y ternura.
Un abrazo intrínseco y juntos nos desplazamos,
y entonces vemos.
Que no hay barrera indestructible, ni secreto tapado,
que todo se siente, y todo se observa cuando llega el momento y el espacio determinado.
Que esta ahí esperando para proseguir creciendo.
Que la Naturaleza esencial mueve sus hebras constantemente,
para unir a lo que le hace bien, y a Nosotros también,
con un fin determinado, su crecimiento en armonía, amor e intensa fuerza, que solo el hombre es capaz de destruirlo.
Pero ella avanza dejando atrás al que daña. Crece y crece.
La oscuridad se amontona por si sola terminando auto-destruyéndose o hasta que la Luz lo cubre. Transmutando.
Lo sabe y por eso prosigue.
Actúa como ella. Aprende.
Que solo el amor, la serenidad permite vida y en ello crea,
bienestar y grandeza, la que la esencia percibe y dona, avanza.
Mientras tanto nosotros observando a través del cristal.
Neblina imperceptible que se une a nuestra esencia,
que nos toca suavemente y nos dice... ¿vienes?
Montse Cobas.
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