LA HUELLA.
Como la paloma vuela,
y deja huella.
A través del aire que la sustenta.
Se suelta libre en su camino. Desconocido e intuido.
Llega al sitio, y se admira de lo visto.
La vista del lugar y su esencia se le cuela.
Se estremece y siente.
Vibra tranquila. Ya es un hábito.
Hondas que dejamos a nuestro paso.
Como la paloma las deja.
Un ser vivo que fluye.
Todos lo somos y por lo tanto fluimos.
Pasamos por delante, las atravesamos y no nos damos cuenta.
Ni tan siquiera de su movimiento y fuerza.
Caminos adelantados para el que llega.
Su rastro se incorpora al nuestro.
Conocimientos y sabidurías se pasan a través de lo que vibra.
Eternidad fluctuante que se mueve por lo eterno.
Avanzamos en medida de lo aprendido y entendido.
De nuestras actitudes y sus resultados.
Tenemos una huella persistente,
fluctúa y no se ve a primera vista.
Nuestro cuerpo vibra y emerge.
Cierra los ojos e intenta verla.
Sensación bella y excitante.
Somos eternos y no se sabe y,
que pocos lo entienden.
Nos mezclamos con la esencia Madre.
Somos una minúscula parte. Un puntito.
Vibra suave, ¡tanto se siente!, ¡tanto se expande!, que comunicamos.
Poder extralimitado, tanto...
que a veces parece que nos vamos a su unisono. Juntos.
Vibración de nuestra esencia, parte nuestra.
Se mezcla con la grande.
Nos pasamos conocimientos y adelantos.
Mensajes al detalle, para...hacer la evolución más avanzada. Tiempos...
Montse Cobas.
FELIZ Y TRANQUILO JUEVES.
CON AMOR.
LUNA SERENA.
Comentarios
Francisco, puede ser que sí. Mis textos siguen un mismo estilo, no eres el primero que me lo dice.
Muchas gracias. ¡Ya me contaras que tal Galicia!