Tanto fiscales como psicólogos subrayan la importancia de detectar precozmente el problema y pedir ayuda especializada, que probablemente incluirá una terapia familiar.Si se percibe el riesgo hay que acudir a los servicios sociales
Para Garrido existen tres síntomas fundamentales, que pueden dar pistas a los padres y que se observan en la segunda infancia (6-11 años): "Primero, una incapacidad para desarrollar emociones morales (empatía, amor, compasión, etc.) auténticas; ello se trasluce en mucha dificultad para mostrar culpa y arrepentimiento sincero por las malas acciones. Segundo, una incapacidad para aprender de los errores y de los castigos. Ante la desesperación de los padres no parece que sirvan regañinas y conversaciones: él busca su propio beneficio. En tercer lugar, conductas habituales de desafío, mentiras e incluso actos crueles hacia hermanos y amistades".
"Hay que actuar en cuanto se ve que el niño apunta maneras", dice desde la oficina del Defensor del Menor, que lanza un mensaje esperanzador: "Existen buenos recursos para el abordaje de esta casuística; los servicios sociales dan buena respuesta, también se puede acudir a un médico de cabecera o a un orientador escolar para pedir consejo".
El papel de la televisión y los videojuegos
Si en algo coinciden también los psicólogos al tratar de explicar el complejo cúmulo de circunstancias que se dan en los casos de 'hijos tiranos' es que es importante dedicar tiempo a la educación de los hijos. "Sin cantidad no hay calidad", dice José Antonio Luengo, "el tiempo para la educación es imprescindible, si no estamos con nuestros hijos, ellos están con las niñeras electrónicas, que antes eran los televisores y ahora son los ordenadores e Internet".
Vicente Garrido tiene su propia opinión al respecto: "Hoy en día hay un competidor brutal frente a una educación moralmente comprometida: la televisión y los videojuegos. La televisión enseña valores muy hedonistas y consumistas. También enseña conductas violentas. Los videojuegos pueden todavía ser más dañinos en este sentido. Con los hijos tiranos el efecto de los medios es muy relevante, porque refuerzan la idea de que lo importante es triunfar obteniendo lo que uno quiere y sin que importen gran cosa los demás".
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